¿Porqué olvido?
Una mañana, cualquiera, empezamos nuestra rutina, mandamos a los hijos a la escuela y empezamos a arreglarnos, y cuando nos vestimos, recordamos que no fuimos por la ropa de la tintorería el día anterior, y nos recordamos que debemos tomar la nota para poder recogerla. otra cosa que debemos hacer , y seguimos delante, y en el camino a la cocina tomamos recogemos la ropa tirada de los hijos, y entramos a sus recamaras, para dejar las cosas, vemos el libro que estábamos buscando hace unos días, dejamos la ropa y tomamos el libro para ponerlo en un lugar donde más tarde lo podamos ver, al dejar el libro en librero, tomamos las llaves del coche para irnos, pero se nos olvido la bolsa, volvemos por ella y ahí dejamos las lleves del coche, pero tomamos un vaso que hay que dejar en la cocina, y al entrar a esta recordamos que no hemos desayunado, tomamos un vaso para tomar leche, pero vemos la comida que debemos dejar fuera del refrigerador, para la comida, decidimos que organizamos lo que vamos a dar de comer, y volvemos a hacia el coche, pero no tememos las llaves, regresamos a búscalas y encontramos una serie de artículos que debemos llevarle a una amiga, los tomamos y seguimos buscando las llaves, y vamos recogiendo y poniendo cosas en su lugar dejando lo que traíamos en la mano, al fin encontramos las llaves, y salimos de la casa, y al subirnos al coche, recodamos que no desayunamos, mmmmm.
El vaso vacio se quedo en el refrigerador, la ropa tirada donde encontramos el libro, la nota de la tintorería en la casa, y los artículos que le íbamos a llevar a nuestra amiga, olvidados en alguna parte de la casa.
Esto nos ha pasado a todos en un momento u otro, lo platicamos y nos reímos pero conforme va pasando el tiempo, es cada vez más frecuente, cosas que antes no teníamos problemas en recordar, ahora se nos dificulta hacerlo. Tenemos palabras en la “punta de la lengua”, pero no la podemos decir, olvidamos el nombre de compañeros de la escuela o de trabajos anteriores, olvidamos la hora de nuestra cita, o donde estacionamos el coche.
Los procesos mentales involucrados en estas acciones son, específicamente la atención y memoria
Estas dos actividades de nuestro cerebro, son esenciales y están involucradas en todo lo que hacemos, desde el momento que nacemos. Desde que vemos algo por primera vez, es nuestro proceso de atención el que nos permite procesarlo, y para más tarde recordarlo, es necesario recurrir a nuestra memoria para poder hacer uso de la información que tenemos. Y así en toda nuestra vida estos se dan en forma constante.
Sin embargo existe la idea que con la edad la memora y la atención van disminuyendo, pero no es por la edad que estos procesos decaen, sino más bien por la falta de estimulación y ejercitación del cerebro.
La pérdida de memoria de corto plazo se debe a la reducción del número de conexiones entre sí de las neuronas o dendritas (ramas de las neuronas) Esto sucede por una sencilla razón: falta de uso.
Es muy sencillo, así como se atrofia un músculo sin uso, las dendritas también se atrofian si no se conectan con frecuencia, y la habilidad del cerebro para meter nueva información se reduce.
Es cierto, el ejercicio ayuda mucho a alertar la mente; también hay vitaminas y medicinas que aumentan y fortalecen la memoria.
Sin embargo, nada como hacer que nuestro cerebro fabrique su propio alimento, y cual es este: Las neurotrofinas.
Las neurotrofinas. Son moléculas que producen y secretan las células nerviosas, y actúan como alimento para mantenerse saludables. Entre más activas estén las células del cerebro, más cantidad de neurotrofinas producen y esto genera más conexiones entre las distintas áreas del cerebro, Aunque leemos, trabajamos, y realizamos mil actividades, esto no es suficiente para mantener estimulada la mente, ya que las actividades rutinarias, no son alimentos para el cerebro, sino que solo son actividades mecánicas, (rutinas). Hacen que el cerebro funcione en automático y requieren un mínimo de energía. Las experiencias pasan por los mismos caminos neuronales ya formadas. No hay producción de neurotrofinas . Por lo tanto para no olvidar, es necesario ejercitar.
Les dejo a continuación una serie de ejercicios que ayudan a expandir sustancialmente las dentritas y la producción de neurotrofinas:
1. Intenta hacer una actividad diaria con los ojos cerrados, como. lavarte los dientes o vestirte.
2. Utiliza la mano no dominante para hacer actividades, como peinarte con la mano izquierda si eres derecho(a)
3. Lee en voz alta. Se activan distintos circuitos que los que usas para leer en silencio.
4. Modifica tu rutina. Haz cosas diferentes. Sal, conoce y conversa con personas de diferentes edades, trabajos e ideologías.
5. Cambia la ubicación de tus cosas, para forzar un nuevo aprendizaje.
6. Aprende una habilidad. Cualquier cosa que te gustaría probar.
Abramos la mente y probemos estos ejercicios tan sencillos que, de acuerdo a los estudios de Neurobiología del Duke University Medical Center, amplían nuestra memoria.
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