III. Tercera Ley de Influencia Inconsciente — Reciprocidad.
Como hemos visto en la sección anterior, una de las herramientas más poderosas en la influencia a nivel inconsciente es la de reciprocidad. Nuestro condicionamiento social nos ha enseñado que debemos estar dispuestos a confiar en que si hacemos algo por alguien, eventualmente recibiremos algo a cambio.
Nos hemos condicionado los unos a los otros mediante placer y dolor a asegurarnos de que la gente va a reciprocar. Después de todo, piénsalo por un momento. Cuando alguien nos da algo, empezamos a sentir una presión de pagarles por sea lo que sea que hayan hecho por nosotros. Si la gente sigue haciendo cosas por nosotros y no les pagamos, empezamos a sentir aún más presión, bordeando el dolor. Por lo cual esto es más fuerte que tan solo el deseo de pagar el favor. Es un patrón programado en la mayoría de las personas que son parte de una sociedad.
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