octubre 08, 2010

¿Está preparado para una entrevista?

Al precio que está el minuto de publicidad en cualquier medio, si desea darse a conocer y hacer conocer su producto o servicio, más vale ser entrevistado... ¿no cree? Muchos clientes son atraídos luego de una buena entrevista, de una charla, o de algún artículo. Confíe en lo que le digo, pero confíe aún más en el poder de los medios de comunicación...
"Sin promoción sucede algo terrible: ¡NADA!"
- P.T. Barnum -
Cualquiera sea el tipo de entrevista que enfrente, sobre todo si es usted un líder (en el campo público o privado), me gustaría que pensara acerca de esto: dar una gran entrevista no es cosa de niños... y usted necesita saber hacerlo! Vale la pena conocer los pormenores, e invertir tiempo en prepararse.
La práctica, hará que reciba este cumplido por parte de los medios de comunicación: "Usted dio una gran entrevista, lo llamaremos cada vez que necesitemos hablar de este asunto". Estas son las palabras que debe anhelar escuchar. Es la meta que debe tener al prepararse. Espero que usted realice muchas entrevistas y que -antes de darlas- tenga presente los siguientes puntos:
1) Prepárese para una entrevista -ya sea telefónica, o cara a cara- como lo haría para la presentación ante un cliente importante. Conozca los hechos. Sea capaz de plantear claramente su posición. Anote qué puntos desea comunicar y nunca los pierda de vista. Es su agenda, no importa si el entrevistador se desvía, usted siempre puede regresar a cualquier punto que sienta necesario.
Si la entrevista es telefónica, recopile cualquier material que apoye o ilustre el tema a tratar y envíelo inmediatamente al entrevistador luego de la llamada. Esta cortesía es particularmente apreciada cuando el reportero tiene una fecha límite para lanzar ese tema al aire. Si es "en vivo", tenga el material listo para ilustrar o apoyar sus palabras. Entrégueselo al entrevistador antes de la sesión, para que pueda conocerlo y así insertarlo en la entrevista en el momento apropiado, muchas veces con su ayuda.
Escriba todas las preguntas que usted desea que le hagan durante la entrevista y envíelas por correo electrónico o fax con anticipación. Muchos entrevistadores le agradecerán y otros pensarán que intenta manipularlos. Pero como dijo Gandhi "Si usted no pide, no obtiene".
2) Sea siempre honesto y directo. Si usted es libre de responder, hágalo. Si no puede hacer comentarios -si le piden información reservada- explique que usted no puede comentar ese aspecto. Si el entrevistador pregunta y usted no está seguro de la respuesta adecuada, diga que verificará la información. Siempre llámelo luego para dar la respuesta. Fortalece su integridad y solidifica su relación con los medios de comunicación.
3) Nunca revele algo que no esté preparado para ver impreso, u oír al aire. Los comentarios "extra-oficiales" suelen a menudo ser atribuidos a otra persona, pero siempre parecen provenir de usted. Cuando un comentario es hecho "de manera oficiosa y no oficial" lo que sucede es esto: el entrevistador lo pone en su cerebro y no piensa realmente en revelar su confidencia. Con el paso del tiempo se recuerda la información pero no quién la dijo. Así, la información es repetida luego como si era fuese oficial. La mayoría de las veces, este tipo de comentarios "extra-oficiales" es inocente, pero pueden ser perjudiciales. Por eso, tenga mucho cuidado y recuérdelo de esta manera: la entrevista realmente empieza cuando el micrófono se ha apagado y el cuaderno ha sido guardado.
4) Mantenga su ego bajo control. No ofrezca opiniones fuera de contexto, en otras palabras, no responda a preguntas que no le hicieron. Tenga presente los objetivos de la entrevista. No amplíe, ilustre, o divague hacia áreas que no son pertinentes a los objetivos de la entrevista.
5) Nunca comente con un entrevistador los pormenores de la profesión periodística, o los "pecados" del medio donde él trabaja. Nada le enfada más que oír lo injusto que un medio, o un colega, ha sido con usted. Más allá de la sinceridad de su declaración, sólo servirá para crear una atmósfera hostil que probablemente influirá en el resultado de su entrevista. A menos que, claro está, sea exactamente eso lo que desea hacer. Pero aún así, recuerde que hasta un provocador es reconocido por exhibir "clase". Recuerde, las moscas se atrapan con miel. Y los medios no volverán a llamarle si detestan entrevistarle. Aún si lo quieren porque es polémico, querrán también que coopere con sus necesidades.
6) Siempre esté alerta y consciente del "por qué" usted está hablando con el reportero. Los buenos profesionales de los medios han desarrollado grandes habilidades para las entrevistas y saben cubrir una historia que vale la pena conocer. Sin embargo, algunos prefieren los chismes e intentarán hacerle comentar sobre rumores, para dar validez a los mismos. También, harán una declaración ultrajante para estimular una reacción desconsiderada de su parte. Si bien urante una entrevista, hay una tendencia a congraciarse con el reportero -debido a la presión que significa para el entrevistado el resultado de la misma-, no exagere en ser amistoso o colaborador, particularmente si usted no le conoce bien. Usted está allí por una razón... no para agradarle.
7) Si usted hace una aparición en vivo -una entrevista en estudio- lleve una cinta. Désela al productor para grabar la entrevista. Si está siendo entrevistado por teléfono, asegúrese de solicitar con anticipación una copia al productor y recuérdeselo cuando lo llamen 5 minutos antes de salir al aire. Si es una entrevista para un medio impreso, grabe siempre en audio la misma. Tendrá así un registro que puede ser de gran protección y tranquilidad para usted. Hoy, los contestadores telefónicos nos permiten grabar nuestras conversaciones. Hágalo cuando su entrevista sea telefónica y se difunda en diferido. Sea consciente que los grabadores de cinta pueden ser sus amigos o sus enemigos. Piense cuidadosamente antes de contestar. Un grabador no olvida, ni interpreta mal: Usted nunca podrá decir que usted no dijo eso. Recuerde que la entrevista no termina cuando el grabador está apagado: mida sus palabras.
8) Conocer la personalidad y el "modus-operandi" del entrevistador es crucial. Ningún entrevistador es igual a otro. Usted debe prepararse y adaptarse a cada uno. Lea sus escritos, escuche su programa de radio o mire su espacio en la televisión. ¡Prepárese!
9) Nunca discuta con la persona que lo entrevista. Nunca pierda la calma. Usted puede ser interrumpido en la mitad de una frase, no porque el entrevistador sea brusco, sino porque usa esa técnica para hacerle saber que está descontento con las respuestas que está dando: es una manera de provocarlo para que reaccione. La solución: responda más clara y directamente. Ajústese al tema. Nunca desafíe. Nunca conteste una pregunta con otra pregunta.
10) No permita que el entrevistador ponga palabras en su boca. Es una trampa. Responda a las preguntas usando sus propias palabras. Así, todo lo dicho serán sus declaraciones y no lo que intentaban hacerle decir.
11) Nunca exagere los hechos. La mayoría de los entrevistadores son muy sensibles y perciben rápidamente los "bluff". Muchos creen que la humildad es siempre la mejor política... en realidad, la verdad es la mejor política.
12) Antes, o después de una entrevista, sea cauto al entablar conversaciones informales. Normalmente se utilizan para obtener más información de la que usted está preparado para proporcionar en ese momento. También, es otra manera de conseguir de usted declaraciones exclusivas. Los buenos entrevistadores saben que usted responderá más espontáneamente cuando esté distraído y sabrán aprovechar el momento. Tenga siempre presente que los medios de comunicación se rigen por el precepto Carpe Diem (Atrape el momento)... Usted debería regirse entonces por el precepto Caveat Emptor ... Desconfíe del vendedor!
Pero, sobre todo, recuerde que la persona que dirige una entrevista está haciendo tan sólo su trabajo. Este trabajo consiste en hacer aquellas preguntas que harán una historia más interesante para el público. Todo entrevistador informará y utilizará algo de lo que usted dice para lograr este objetivo. Su responsabilidad, como entrevistado, es decir sólo aquellas cosas que lo ayuden a lograr sus propios objetivos, sin olvidar satisfacer las necesidades del reportero. ¡Buena suerte!

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